Cuando la derecha es corta, chata y frágil
¿Hacia dónde nos llevan procesos electorales bajo el modelo 2006 (México) y 2007 (B.C.), donde la impugnación es utilizada ahora como estrategia política y no como recurso? ¿Cómo reconocer la legitimidad de una impugnación? ¿Cómo consolidar una verdadera democracia cuando los actores no fomentan el respeto a la diversidad? ¿Qué elementos debe constituir una propuesta política de gobierno? ¿Dónde colocar la confianza?
Sin duda, las preguntas anteriores deben ser parte de la agenda pública y privada de la sociedad. Sin ellas hemos aprendido de las certezas que nos ofrecen las caídas (1910, 1988, 1994 y 2006), con ellas podremos construir nuevos caminos.
Claro está, no depende de colores: azul-pacífico/amarillo-violento/rojo-autoritarismo (advertimos que a veces el amarillo se convierte en rojo, y viceversa, dando como resultado que todos como oposición ante los ojos del poderoso (azulado, con tonos verdes y magisteriales) son iguales, "peligrosos para México"). Se trata de crecer en el diálogo y construir nuevos tipos de sociedades: reflexivas, respetuosas, participativas, horizontales, anchas, críticas, etc.
Nota: las relaciones de contrarios en los colores no son elaboraciones personales, son tomadas de los discursos en campaña (Calderón, 2006; Osuna y Ramos 2007). En este espacio creemos que es necesario ir más allá del bien y del mal, y no basar la acción anulando la posibilidad de reflexión mediante dicotomías absolutas. No menciono lo referente al lugar donde es posible poner el destino de los hijos (Osuna, 2007) porque ni siquiera esa es una responsabalidad pública en términos reales, es una falsa disyuntiva.
Nuevas miradas para nombrar la vida en movimiento.
viernes, 10 de agosto de 2007
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